En el siguiente post quiero compartir con ustedes 21 Consejos de Publicidad Científica, son las ideas principales que me impactaron al leer el libro titulado “Publicidad Científica” de Claude Hopkins escrito en 1923, sus principios siguen vigente hoy en día, casi 100 años después, el libro está compuesto de consejos sencillos y efectivos.
- El único objetivo de la publicidad es hacer ventas. Es lucrativa o no lo es, de acuerdo al resultado de sus ventas.
- Las personas leen todo lo que les interesa leer en una letra tamaño 8. Nuestros diarios y revistas están escritos en ese tipo de letra. El pueblo está acostumbrado a el. Cualquier cosa de mayor tamaño es como mantener una conversación a los gritos. No lograra una atención que sea significativa.
- La razón para muchos de los fracasos en publicidad es tratar de vender a la gente aquello que no desea.
- El mejor aviso será aquel en que no le pida al otro que compre. Sería inútil, muchas veces ni siquiera se genera una cotización. Los avisos que venden se basan enteramente en el servicio. Ofrecen la información que es requerida. Establecen ventajas para que los clientes puedan aprovecharlas.
- El propósito del titular es seleccionar a la gente a la que a uno pudiera interesar. Lo que usted tiene le podrá interesar a ciertas personas, asi que, cree un titular que atraiga solo a esas personas!
- Suponga que un artículo en el periódico determina que cierta mujer es la más hermosa de la ciudad. El articulo seria de extraordinario interés para esa mujer y sus amigos. Pero ni ella ni sus amigos hubieran leído jamás esa publicación si el titular hubiera sido ¨Psicología Egipcia¨.
- Aprendemos también que la gente juzga, en gran parte, de acuerdo al precio, aunque no sean expertos, en la Galería Nacional Británica hay una pintura que se anuncia en el catálogo con un costo de USD $750,000. Al principio, muchas personas pasaban de largo y apenas le daban una mirada de reojo. Pero, a medida que seguían leyendo el catálogo y veían el precio de la pintura, volvían sobre sus pasos y la miraban detenidamente, girando alrededor del cuadro.
- Un anunciante ofrecía una colección de libros para hombres de negocios. La publicidad resultó poco lucrativa, así que consultó a otro experto. Los avisos eran magníficos, la oferta parecía muy atractiva, pero el experto sugirió poner en cada de libro el nombre del comprador en letras doradas. Se hizo esto, y retocando apenas el anuncio, vendieron algunos cientos de miles de esos libros.
- No causa ninguna impresión decir: “Lo mejor del mundo”, “El precio más bajo que existe “. Los superlativos de ese tipo generalmente son perjudiciales. Esos argumentos sugieren una expresión indefinida, una tendencia a exagerar una verdad irreflexiva. Ellos conducen a los lectores a dejar de lado todas las manifestaciones que usted pueda hacer.
- Un comerciante puede decir: “Nuestros precios han sido rebajados”, sin por esto crear grandes expectativas. Pero cuando dice: “Nuestros precios han sido rebajados en un 25%”, recién ahí saca provecho el anuncio.
- Los fabricantes de las hojas de afeitar siempre han puesto en sus anuncios: “Afeitadas rápidas”. Un fabricante publicó: “Afeitadas en 78 segundos”. Eso fue definitivo, eso indicaba que se habían llevado a cabo ensayos efectivos. El hombre hizo, de golpe, un avance sensacional en sus ventas.
- Puede utilizar cualquier alegato para ganar la atención, pero el anuncio debe contar una historia razonablemente completa.
- Uno tiene que considerar que el lector promedio, probablemente, es un lector de una única vez. Y lo que usted falle al decirle en ese aviso es algo que quizás él nunca vaya a saber.
- Las ilustraciones, en muchas líneas, constituyen un factor de importancia, por ejemplo en los artículos de belleza. Retratar a hermosas mujeres, admiradas y atractivas, es de una gran persuasión. Pero hay un valor agregado ahí donde se incluye un hombre que está fascinado por ellas. Las mujeres desean ser bellas, sobre todo para agradar a los hombres. Entonces, muéstrenlas usando su belleza, tal como las mujeres acostumbran, para obtener el máximo efecto.
- Muchas fotos cuentan una historia mejor que la que se podría contar a través de un texto. En la publicidad de los Cereales Inflados, se descubrió que las fotografías de los granos fueron lo más efectivo.
- Cambiar los hábitos de la gente es muy caro, si uno piensa vender jabón de afeitar a un campesino de Rusia, primero necesitaría cambiar sus hábitos con relación al uso de la barba.
- El anuncio parece tan simple, y debe ser simple para que invoque a la gente simple. Pero detrás de ese anuncio se esconden resmas de papel con datos, volúmenes de información, y meses de investigación.
- A veces en las campañas nuevas, aparece el tema del nombre. Esto puede ser lo más importante. A menudo el nombre correcto es un anuncio en sí mismo. Los nombres que cuentan historias han merecido millones de dólares. Por eso hay mucha investigación que, a menudo, precede a la selección de un nombre.
- Para atacar a un rival, nunca es bueno anunciarlo ni comunicarlo. No señale las faltas de otros. Eso no está permitido en los mejores medios y nunca es una buena política. El egoísmo como propósito, es aparente. Lo hace aparecer como injusto, imparcial y nada competitivo.
- En un anuncio de dentífrico muestre hermosos y sanos dientes, no lo feos. Muestre imágenes de lo que las personas querían ser, no de lo que son ahora.
- Una oferta expira en una fecha determinada. Eso está todo pensado para conseguir una pronta decisión y para evitar la tendencia a una demora.
Episodio del podcast sobre este libro.